Hace
20 años, pocas personas pensaban o hablaban de agricultura orgánica o ecológica.
Hoy en día es una opción de vida para la salud familiar y colectiva, al igual
que para el ambiente que nos rodea. Las iniciativas que presentamos a
continuación, así lo demuestran.
Marina Valera Regús
Taller de Periodismo
Diplomado Internacional de Verano
Santiago de Chile Enero de 2017
Es increíble, pero ya
hace justamente 20 años. Con unas compañeras del curso de turismo ecológico,
habíamos emprendido la idea de desarrollar un proyecto de agroecología y
promover a través de él, el turismo ecológico o agroecoturismo.
Lamentablemente, en aquel momento
nuestras fuerzas no fueron suficientes, la promoción del concepto todavía era muy
pobre y la fortaleza aun de la agricultura convencional mediante el uso de
fertilizantes y herbicidas químicos promovidos por la importación de grandes
empresas, dejo nuestro proyecto solo en el deseo.
En el transcurso de
estos 20 años en nuestro país, aun la influencia de las tendencias de
pensamiento economicistas domina la visión sobre la producción agrícola con
fines de proveer de alimentación a las grandes masas urbanas que no cuentan con
acceso a maneras de producir sus propios alimentos. De igual forma, es muy
fuerte la visión de la producción agrícola con fines de exportación, con el fin
de alcanzar mayores niveles de ingresos en divisas, a pesar de que esta forma
de producción está divorciada de los ciclos naturales, produce contaminación de
los suelos y las aguas, así como daños a la salud humana.
Han transcurrido 20
años y poco a poco la situación ha ido cambiando. El conocimiento de los daños
a la naturaleza y la salud humana de la agricultura convencional se ha profundizado
y difundido tanto a nivel local, como nacional e internacional. Esto ha ayudado
a reducir estas formas de producción y a promover otras más amigables con el
ambiente y saludables para el consumo, sobre todo por la fuerza de la tendencia
a producir para exportar que existe histórica y culturalmente en el campo
dominicano.
En el marco de esta
nueva tendencia de la difusión de la agricultura ecológica, en nuestro país,
felizmente, se están desarrollando diversas iniciativas comunitarias que, aun
con sus dificultades, llevan adelante proyectos de producción orgánica en
diversos rubros de producción y consumo local e internacional. Son iniciativas
de inclusión comunitaria, apoyados por
organismos internacionales que promueven el cumplimiento de los Objetivos de
Desarrollo Sustentable (ODS), y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), y
cuyas principales directrices consisten en la disminución de la pobreza y la
protección del ambiente.
Como muestra de estos
proyectos que se vienen desarrollando, tímida pero sostenidamente en nuestro
país, podemos mostrarles los ejemplos de Hacienda Agroecológica Carrizal (HAGROECA),
ubicada en el Municipio de Restauración, Provincia de Dajabón, y el de la
Asociación de Productores Orgánicos Los Botados (APROGLOBO), ubicado en Yamasá,
Provincia de Monte Plata.
HAGROECA:
agricultura ecológica para la sostenibilidad del campo en la zona fronteriza.
El proyecto HAGROECA
cuenta con una amplia variedad de actividades y ofertas productivas. Su forma
de desarrollo productivo está relacionada con la visión ecológica de la interacción
biológica de especies vegetales y animales. De esta forma se plantan cultivos
de leguminosas conjuntamente con plantas de efectos repelentes. Productos como
el maíz, el jengibre, la cúrcuma, el café, el cacao, variedad de musáceas como
el plátano y el guineo de consumo local,
así como otros tubérculos como la yuca, y frutales como la papaya y la
maracuyá, los cítricos como el limón persa y el criollo, además de naranjas,
forman parte de los cultivos de producción que se comercializan en la zona
fronteriza y hacia la nación vecina de Haití. Debido al hecho de que la
producción se encuentra en zonas de laderas montañosas, las siembras se
realizan con técnicas de conservación de suelos mediante el análisis de los mismos, la
alternancia o rotación de cultivos y la construcción de terrazas.
Otra iniciativa
productiva de HAGOECA es su promoción como destino ecoturístico a través del
Clúster Turístico de Dajabón. Mediante este proyecto se recibe la visitación de
grupos que se interesan en el turismo cultural y de naturaleza. Para una promoción
efectiva de este proyecto se llevan a cabo actividades de capacitación y formación
de sus recursos humanos conformados por la población local que participa
en el desarrollo del proyecto.
Semilleros ecológicos. |
Capacitación comunitaria |
Producción de yuca |
APROGLOBO:
producción de cacao orgánico y comunidad participativa.
Otro ejemplo es el de
APROGLOBO. Este proyecto se centra más en la producción de cacao orgánico, a
pesar de que su enfoque es la producción de horticultura orgánica, la promoción
de la permacultura y la agroecología.
Así mismo promueve la
capacitación de los miembros de la comunidad para el perfeccionamiento de sus
prácticas agrícolas, la promoción del consumo sano y de mercados ecológicos
tanto en el campo como en la ciudad para la sostenibilidad de su producción. La
participación de la mujer del campo cuenta en este proyecto con un lugar
preponderante, donde participan tanto ellas como los niños en la valoración del
trabajo campesino como la fuente de una vida sana y la opción de sostenibilidad
hacia el futuro.
Inclusión de la mujer en el trabajo agrícola. |
Filosofía en APROGLOBO |
Como nos muestran estos
ejemplos, en la República Dominicana ha empezado a andar una nueva forma de ver
la vida, la producción, el consumo y el hacer y relacionarse con la naturaleza
y otros seres que nos rodean. Lo más importante, valorarlos en su justa
dimensión, de manera que la dinámica socioambiental nos refuerce a todos en una
relación de equilibrio que permita nuestra subsistencia y vida en armonía.
Por Marina Valera Regús
Taller de Periodismo
Diplomado Internacional de Verano
Santiago de Chile enero de 2017
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